Mons. Carlos Collazzi: “Nuestro proyecto de vida, la grandeza de servir, ser servidores, sencillos y humildes”
La Asamblea Sinodal del Cono Sur de la Etapa Continental del Sínodo 2021-2023, que está siendo realizada en Brasilia de 6 a 10 a marzo, encierra cada día sus trabajos con la celebración de la Eucaristía. En el Dia de la Mujer, Mons. Carlos Collazzi recordó de la figura de la mamá, de María, haciendo una relación entre las lecturas del día, la figura femenina y el camino sinodal.
Necesitamos del amor y salvación de Jesús
El obispo de Mercedes recordó que “hoy vemos a Jesús caminando hacia Jerusalén junto a los Doce y hace el anuncio de que dará la vida por nosotros”. Según el prelado uruguayo, “necesitamos siempre de su amor y de su salvación, de que Él nos perdone, nos transforme, nos anime, nos sostenga, nos dé vida, nos dé manos de sacrificio, de entrega, de trabajo, manos que surgen de esa vivencia fuerte que surgen del servir y dar la vida como lo hace toda mamá por sus hijos. Todos abandonarán al nene, pero la que nunca dejará de cuidarnos, tengamos la edad que tengamos, es nuestra mamá”.
En palabras de Mons. Collazzi, Jesús “nos hace el anuncio de su entrega y nos hace el anuncio de su resurrección”. Recordando que comenzó el día encendiendo el Cirio Pascual, y queriendo extender las sogas, afirmó que eso es “lo que hace posible que el toldo esté bien equilibrado, porque si una es más larga que la otra y aunque las estacas estén puestas muy firmemente, si no hay equilibrio, el toldo se nos viene abajo”.
Pedir el mejor lugar
“Y en ese equilibrio de la fe, en el cual nosotros seguimos al Maestro, y lo admiramos en su entrega de servicio al proyecto del Padre para salvarnos a todos, a todos, Él ha incluido a todos, y si falla uno, el proyecto parecería que falló”, insistió. El obispo de Mercedes reflexionó sobre los contrastes que aparecen en el pasaje del Evangelio del día, “contrastes muy fuertes, la mamá pidiendo para sus nenes el mejor lugar, pedía puestos de honor y de gratitud, pero sentarse en ese lugar le corresponde otorgarlo al Padre”.
A la luz del Evangelio, afirmó que “se nos manifiesta algo extraordinario que quiere hacer también nuestro proyecto de vida, la grandeza de servir, ser servidores, sencillos y humildes”. Poniendo como modelo a María, que presentó como modelo de la Iglesia, hizo ver que la Iglesia quiere y está llamada a ser como ella, madre de todos. “Esa capacidad de servicio está en la entrega de todos los días, servir y dar la vida”, afirmó el prelado.
Recordando el Cirio Pascual y la celebración de la Luz en la Vigilia Pascual llamó a descubrir la grandeza de hacer brillar la luz de Cristo sirviendo, “estamos llamados a servir”, y junto con ello a ir a Jerusalén con Jesús para servir. Recordando la figura del Maestro torturado, lleno de sufrimiento, pero gozoso dando la vida, llamó a “pedir al Señor que su gozo reine en nuestros corazones y Él aleje todos nuestros pecados, nuestras miserias, Él aleje todo lo que pueda ser en contra del proyecto del Padre, y Él nos dé la fuerza y el equilibrio para que este toldo en el cual todos formamos parte y en el cual todos estamos sea toldo tienda de reunión”, donde en el medio está el Señor.
Tomado de: ADN Celam
