Hoy el Papa Francisco nos recuerda que los salmos no son algo del pasado y que podemos encontrar un Salmo para cada una de las situaciones que nos toca experimentar en la vida: “Les aconsejo que cuando un salmo, o un versículo de un salmo, les llegue al corazón, lo conserven, lo repitan durante un día. Para cada una de las situaciones que nos tocan experimentar en la vida, encontraremos siempre un salmo que nos dará una respuesta”.
En la Audiencia General de este miércoles 19 de junio, el Papa Francisco aconsejó a los fieles leer el Salmo 51 si “nos sentimos oprimidos por el remordimiento y la culpa” o el Salmo 63 si deseamos “expresar un fuerte vínculo personal con Dios”. Si lo que nos asalta es el miedo y la angustia, el Salmo 23 puede ayudarnos: «Me pregunto: ¿vosotros rezáis con los salmos alguna vez? Coged la Biblia o el Nuevo Testamento y rezad un salmo. Por ejemplo, cuando os sentís un poco tristes porque habéis pecado, ¿rezáis el salmo 50? Son muchos los salmos que nos ayudan a seguir adelante, coged la costumbre de rezar los Salmos y les aseguro que serán felices». Además, a diferencia de todas las demás oraciones, los Salmos no pierden su eficacia a fuerza de repetición; al contrario, la aumentan, “porque están inspirados por Dios” ha dicho el Papa y recuerda que los Salmos, estos cánticos de alabanza a Dios, han sido la oración por excelencia generación tras generación: «Los salmos han sido la oración de Jesús y María, de los apóstoles y de todos los cristianos que nos han precedido. Esto, y el hecho de que tengan un lugar privilegiado en la liturgia, nos habla de la importancia que tienen para nosotros los creyentes».
Tomado de: Vatican News Español