El Papa Francisco preside la última catequesis del ciclo sobre los vicios y las virtudes durante la Audiencia General de este miércoles 22 de mayo. Ha reflexionado sobre una virtud que está en la base de la vida cristiana y es la gran antagonista de la soberbia: se trata de la humildad. La humildad nos ayuda a ubicar todo en su justa medida: somos criaturas maravillosas pero limitadas, con cualidades y defectos. «Humildad es andar en la verdad», decía santa Teresa. El Papa asegura que ser pobres de espíritu nos hace darnos cuenta de que “somos criaturas maravillosas pero limitadas”. De hecho, ha recordado hoy que a menudo surgen en el corazón humano delirios de omnipotencia, sumamente peligrosos.
Tomado de: Vatican News Español