Estos santos, acusados falsamente del incendio de Roma, inauguran la estela de los mártires perseguidos por el Imperio.
Hoy la Iglesia celebra, entre otros santos, a los primeros mártires romanos. No son ellos los primeros mártires de la Iglesia, pero sí de la Sede Romana.
Después de haber celebrado ayer la fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo, columna de la Iglesia Romana, la Iglesia celebra ahora la memoria de estosos Santos Protomártires de la Iglesia Romana, aquellos que fueron acusados inicuamente por Nerón de haber incendiado la capital del imperio, algo que todo indica él mismo realizó.
Estos primeros mártires romanos fueron hechos prisioneros, y luego asesinados tras crueles tormentos. Algunos eran cubiertos con pieles de fieras para que los perros los destrozasen, en un requinte de maldad. Otros, siguiendo la estela de Cristo, fueron crucificados y quemados para que alumbrasen la noche con el fulgor que salía de sus cuerpos; también hubo otros tipos de martirios. Todos estos héroes eran fruto precioso del trabajo de los apóstoles, y fueron las primicias romanas, esos frutos magníficos que la Iglesia presentó a Dios.
No se sabe ni el número ni el nombre de estos primeros mártires romanos.
Todo ocurrió en julio del año 64.
Inició en el Gran Circo
Nerón llevaba 10 años gobernando Roma, y su nombre ya era odioso a los oídos de sus súbditos, que gemían bajo el yugo de sus muchos vicios.
Un día un fuego se inició junto al Gran Circo, en almacenes con productos combustibles, y de ahí se extendió a toda la ciudad capital del imperio. Es el famoso incendio de Roma, que duró seis días y siete noches, pero que después revivió desde los escombros, y continuó por tres días más. Consumió las dos terceras partes de Roma.
Nerón no estaba en la ciudad, sino que llegó al tercer día, y literalmente se recreó contemplando la devastación desde la torre de Mecenas. Esa actitud fue la que hizo sospechar que detrás del incendio se encontraba él. Entonces el rumor comenzó a correr de boca en boca: La gente afirmaba haber visto a individuos misteriosos arrojar antorchas dentro de las casas, y todo bajo las órdenes de Nerón. Y entonces, para desviar la atención de sí, Nerón culpó a los cristianos. Algunos afirman que se sabe quienes le soplaron al oído tamaña calumnia, que dio inicio a las sangrientas persecuciones que el Imperio desarrolló contra los cristianos.
Además de protomártires romanos, fueron estos los primeros perseguidos sistemáticamente por un emperador. Después de ellos, la crueldad de los césares se seguiría derramando sobre millones de cristianos, hasta el momento en que el cristianismo tomaría cuenta del propio imperio.
Con información de El Testigo Fiel
Tomado de: Gaudium Press en Español