Se sabe por San Jerónimo que fue Obispo. Versado en filosofía, no tuvo temor de enfrentar a una de las luminarias de la época, el famoso Orígenes.
Hoy la Iglesia conmemora, entre otros santos, a San Metodio de Olimpo, Obispo, de quien no se poseen muchos datos históricos.
Muere mártir, probablemente hacia el año 311, bajo la persecución del emperador Diocleciano.
Fue un escritor prolífico, pero hasta hoy solo nos ha llegado de forma íntegra su obra “El Banquete o Sobre la virginidad”, que al parecer es la más interesante de sus producciones, y que imita en su estilo al Banquete de Platón, pero con un contenido mucho más profundo, pues es cristiano. A pesar de las carencias que pueda tener, “El Banquete” de Metodio es el primer intento de poner el arte literario al servicio de la virginidad y la castidad.
San Metodio también escribió sobre el libre albedrío, la resurrección, sobre la lucha de la vida, la Creación, etc.
Su teología busca explicar la historia sobrenatural del hombre en la tierra. Se enfoca en la ascesis, en el dominio de la voluntad sobre las malas tendencias, pero con un importantísimo papel de la oración.
Según el gran San Jerónimo, Metodio fue primero obispo de Olimpo en Licia, y luego obispo de Tiro, aunque esto último se pone en duda.
También se destaca su oposición a las varias posiciones erróneas teológicas de Orígenes, oposición presente en varias de sus obras literarias. Particularmente atacó la doctrina de Orígenes de que el cuerpo con el que resucita el hombre no es el mismo que tenía en vida; la idea de la eternidad del mundo de Orígenes y las ideas conexas a ese error.
Tomado de: Gaudium Press en Español