Hoy, 6 de junio, la Iglesia Católica celebra la memoria litúrgica de San Marcelino Champagnat, fundador de los Hermanos Maristas.
San Marcelino nació en la ciudad francesa de Marlhes el 20 de mayo de 1789, siendo consagrado por su madre a la Virgen. Ingresó al seminario menor, aunque no había asistido a ninguna escuela. Entre sus colegas estaba San Juan María Vianney, más conocido como el Santo Cura de Ars.
Fue ordenado sacerdote en 1816. Al año siguiente, se sintió inspirado y fundó la comunidad de los Hermanos Maristas, a través de la cual formó a muchos profesores de religión y catequistas. La esencia de su método formativo, que prohibía los tratos humillantes y los castigos físicos, era el amor a la Virgen.
“Nuestra Comunidad pertenece enteramente a Nuestra Señora, la Madre de Dios. Nuestras actividades deben estar encaminadas a hacerla amada, estimada y glorificada. Enseñemos a nuestros jóvenes su devoción, y así los conduciremos más fácilmente a Jesucristo”, aseguraba a sus religiosos.
El 6 de junio de 1840, a la edad de 51 años, San Marcelino entregó su alma a Dios, dejando un legado que fructifica hasta el día de hoy. El Papa San Juan Pablo II, que lo canonizó en 1999, afirmó que el fundador de los Hermanos Maristas “fue sensible a las necesidades espirituales y educativas de su tiempo, especialmente a la ignorancia religiosa y a las situaciones de abandono vividas en particular por los jóvenes”.
Frases de San Marcelino Champagnat
01 – “La Comunión frecuente es el gran medio para arder de amor a Jesús, para hacer grandes progresos en la virtud y para asegurar la salvación”.
02 – “La vida religiosa es esencialmente una vida de oración”.
03 – “No es en los hombres que debemos confiar, sino en Dios que es todo y que hace todo”.
04 – “¿Podemos temer el fracaso cuando tenemos a Dios de nuestro lado y trabajamos para Él?”.
05 – “La Providencia no puede abandonarnos, porque para Ella trabajamos”.
06 – “Una de las ventajas de la presencia de Dios es inspirarnos gran valentía, gran celo para trabajar por nuestra perfección”.
07 – “La presencia divina basta para poner orden en un alma y traerle paz”.
08 – “Sí, sólo María es la causa de nuestra prosperidad. Sin María no somos nada, pero con María lo tenemos todo, porque siempre está con Jesús en sus brazos o en su corazón”.
09 – “El ‘sí’ de María es lección y ejemplo para todos los cristianos, para hacer de la obediencia a la voluntad del Padre el camino y el medio de su propia santificación”.
10 – “La educación es una obra de amor”.
Oración a San Marcelino Champagnat
San Marcelino Champagnat, durante tu vida caminaste en la presencia de Dios, lleno de fe y de profunda confianza filial en la protección de María, y fuiste misericordioso con el prójimo, lleno de amor y afecto por los pobres y los pequeños, los predilectos de Dios. Por eso, con mucha confianza nos dirigimos a usted. Consíguenos la gracia del Señor… (aquí se hace la petición). Esto te lo pedimos para la gloria de Dios, nuestro querido Padre. Amén. (EPC)
Tomado de: Gaudium Press en Español